El liberalismo y la libertad de empresa como corrientes de crecimiento
El liberalismo abrió una puerta a la toma de decisiones en pro de crecimiento económico, dejando a un lado el absolutismo
El liberalismo económico es una doctrina del capitalismo que empezó a desarrollarse durante la Ilustración y que acabó siendo completada por Adam Smith y David Ricardo. Es una corriente que se opone al socialismo y al dirigismo, por lo que aboga por una mínima interferencia por parte del estado en las relaciones económicas que existen entre individuos, clases o naciones.
Las base de esta doctrina es la obra “Causas y Consecuencias de la Riqueza de las Naciones”, escrita por Adam Smith. En dicho libro, Smith analizó desde un punto de vista filosófico las relaciones humanas y económicas. Destacó que la conducta de las personas se deriva del egoísmo, la conmiseración, el sentido de la propiedad, el deseo de ser libre, el hábito del trabajo y la tendencia al intercambio.
El liberalismo económico también generó nuevas tendencias e ideologías políticas. Estas defendían que la autoridad del estado no es absoluta, sino que los ciudadanos deben conservar una parte de independencia frente a los poderes públicos. Sitúan al capitalismo como único sistema capaz de asegurar que cada persona pueda ejercer de forma libre todo aquello que quiera, lo que conduce a una capacidad de producción óptima, un crecimiento económico constante y a un estado del bienestar. Estas teorías se conocen como liberalismo intelectual y se oponen también al absolutismo y a todo tipo de sistemas que coarten la libertad del individuo.
Gran cantidad de corrientes critican al liberalismo económico por favorecer a las clases de la burguesía frente al proletariado. Sin embargo, el desarrollo industrial de los últimos siglos se debe, en gran medida, a la libertad que se le concedió por parte de las naciones a las distintas empresas.
Tomado de RED DE HISTORIA
Comentarios
Publicar un comentario